con sus manos.
Comenzamos de nuevo.
Viajamos tras el espejo
a la luz
de la sombra de un café.
Las hojas levitan
mientras los árboles
duermen.
El marco de la calle
baja en blanco y negro
tras el cristal.
Las piedras duermen;
los árboles sueñan;
yo, camino.
Precioso... y preciosas las fotos
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